Pero el Señor protegÃa a los ancianos judÃos, y no les pudieron impedir que siguieran con la reconstrucción, hasta que el asunto fue llevado ante el rey DarÃo y hubo una respuesta por escrito.
la cual decÃa:«A Su Majestad el rey DarÃo. Paz.
»Debe saber Su Majestad que fuimos a la provincia de Judea y al templo del gran Dios, y vimos que el templo se está reconstruyendo con grandes bloques de piedra. Ya se han colocado las vigas del templo, y la obra avanza de prisa y con gran cuidado.
y ellos respondieron: “Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo el templo que hace muchos años edificó y concluyó el gran rey de Israel.