Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Comenzó la construcción a los dos dÃas del mes segundo del cuarto año de su reinado.
Los cimientos que Salomón puso al templo de Dios medÃan veintisiete metros de largo y nueve metros de ancho.
El pórtico que estaba al frente del edificio medÃa nueve metros de largo, lo mismo que el ancho del templo, y cincuenta y cuatro metros de altura. Lo recubrió por dentro de oro puro,
De modo que recubrió de oro el templo y sus vigas, umbrales, paredes y puertas, y en las paredes esculpió querubines.
Salomón hizo además el lugar santÃsimo, y medÃa nueve metros de largo y nueve metros de ancho, como el ancho del frente del templo, y lo recubrió con cerca de veinte mil kilos de oro fino.
En el interior del lugar santÃsimo puso dos querubines de madera, los cuales fueron recubiertos de oro.
Las alas de los querubines medÃan nueve metros de largo. Cada ala medÃa poco más de dos metros. Una de ellas llegaba hasta la pared del templo, y la otra tocaba una de las alas del otro querubÃn.
Las columnas las colocó delante del templo, una a la derecha y la otra a la izquierda. A la que estaba a la derecha la llamó JaquÃn, y a la que estaba a la izquierda la llamó Boaz.