Paul, an apostle of Jesus Christ by the will of God, and Timothy our brother, unto the church of God which is at Corinth, with all the saints which are in all Achaia:
Mientras el sacerdote Joyadá vivÃa, Joás hizo lo recto a los ojos del Señor.
Y Joyadá tuvo dos mujeres, y engendró hijos e hijas.
Pasado algún tiempo, Joás decidió restaurar el templo del Señor,
asà que reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo:«Vayan por las ciudades de Judá, y recojan dinero de todos los israelitas para que cada año sea reparado el templo de su Dios. Trabajen en esto con mucha diligencia.»Pero como los levitas no lo hicieron asÃ,
Y es que la impÃa AtalÃa y sus hijos habÃan destruido el templo de Dios, y además habÃan dilapidado en los Ãdolos todos los objetos consagrados del templo del Señor.
Por eso el rey mandó hacer un cofre, y que lo pusieran a la entrada del templo del Señor.
Con mucha alegrÃa, todos los jefes y todo el pueblo llegaron con sus ofrendas y las echaron en el cofre, hasta llenarlo.
Cuando llegaba el momento de que los levitas llevaran el cofre al secretario del rey, si veÃan que habÃa mucho dinero, el escriba del rey y alguien nombrado por el sumo sacerdote venÃan por el arca y, luego de vaciarla, la devolvÃan a su lugar. Esto lo hacÃan diariamente, y recogÃan mucho dinero;
entonces el rey y Joyadá se lo daban a los que trabajaban en las reparaciones del templo del Señor.En la reconstrucción del templo del Señor se empleaban canteros, carpinteros y artÃfices en hierro y bronce.
Estos artesanos realizaban la obra, y con sus propias manos el templo de Dios fue restaurado y devuelto a su antigua condición.
Fue asà como el rey Joás se olvidó de la bondad con que Joyadá, el padre de ZacarÃas, lo habÃa tratado, y hasta mató a su hijo. Antes de morir, ZacarÃas sentenció: «El Señor es testigo, y habrá de pedirles cuentas.»