Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
En el año treinta y seis del reinado de Asa, el rey Basá de Israel se lanzó contra Judá y, para impedir que nadie llegara en ayuda del rey Asa de Judá, ni tampoco pudiera huir, fortificó la ciudad de Ramá,
Asa sacó entonces el oro y la plata que habÃa en los tesoros del templo del Señor y en el palacio real, y los envió al rey Ben Adad de Siria, que estaba en Damasco, con este mensaje:
«Hagamos tú y yo un pacto, como el que hicieron tu padre y el mÃo. Aquà te envÃo oro y plata. Ven y rompe el pacto que has hecho con el rey Basá de Israel, para que deje de atacarme.»
En cuanto Basá supo esto, suspendió las obras de construcción en Ramá.
Entonces el rey Asa agrupó a todo Judá para llevarse de Ramá la piedra y la madera con que Basá estaba edificando, y con ese material edificó a Geba y a Mispá.