AbÃas descansó entre sus antepasados y fue sepultado en la ciudad de David, y en su lugar reinó su hijo Asa, y durante su reinado el paÃs estuvo en paz durante diez años.
Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos del Señor su Dios,
pues quitó los altares de culto ajenos y los lugares altos, hizo pedazos los Ãdolos y derribó los sÃmbolos de Asera,
y ordenó a Judá buscar al Señor, el Dios de sus padres, y poner por obra la ley y sus mandamientos.
Además, quitó de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los Ãdolos, y bajo su reinado hubo paz.
Precisamente porque en ese tiempo habÃa paz y nadie le hacÃa la guerra, pues el Señor le habÃa dado paz, Asa construyó en Judá ciudades fortificadas.
Además, el terror del Señor cayó sobre todas las ciudades alrededor de Gerar, y como habÃa en ellas grandes riquezas, Asa y los suyos las saquearon,