Los filisteos pelearon contra los israelitas y los pusieron en fuga, y muchos israelitas murieron en el monte Gilboa.
Los filisteos persiguieron a Saúl y a sus hijos, y de ellos mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisúa.
Al arreciar la batalla contra Saúl, los flecheros lo alcanzaron y lo hirieron.
Saúl dijo entonces a su escudero: «Saca tu espada y clávamela, no sea que estos incircuncisos vengan y se burlen de mÃ.» Pero su escudero no quiso hacerlo, porque tenÃa mucho miedo. Entonces Saúl sacó su propia espada, y se arrojó sobre ella.
Y al dÃa siguiente, cuando los filisteos llegaron para despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte Gilboa.
Entonces lo despojaron, le quitaron la cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos para dar la noticia a sus Ãdolos y al pueblo.
Pusieron las armas de Saúl en el templo de sus dioses, y su cabeza la colgaron en el templo de Dagón.
Asà fue como Saúl murió por haberse rebelado y por pecar contra el Señor y contra su palabra, la cual no obedeció, pues prefirió consultar a una adivina