Pero el Señor envió contra JoacÃn tropas de caldeos, sirios, moabitas y amonitas, para que destruyeran a Judá, en cumplimiento de la palabra del Señor anunciada por medio de sus siervos los profetas.
Los demás hechos de JoacÃn, y todas sus obras, se hallan registrados en el libro de las crónicas de los reyes de Judá.
Cuando JoacÃn fue a reunirse con sus antepasados, reinó en su lugar su hijo JoaquÃn.
Nunca más el faraón volvió a salir de Egipto, porque el rey de Babilonia conquistó todo su territorio, desde el rÃo de Egipto hasta el rÃo Éufrates.
Entonces el rey JoaquÃn de Judá se entregó al rey de Babilonia, junto con su madre, sus siervos, sus jefes y sus oficiales, y el rey de Babilonia lo capturó. Era el año octavo de su reinado.
Nabucodonosor sacó de la ciudad todos los tesoros del templo del Señor y los tesoros del palacio real y, tal y como el Señor lo habÃa dicho, hizo pedazos todos los utensilios de oro que el rey Salomón de Israel habÃa hecho para el templo del Señor.