Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Sin embargo, los altares en los montes no se quitaron, porque el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso allÃ.
Un dÃa, Joás dijo a los sacerdotes:«Todo el dinero consagrado que el pueblo suele traer al templo del Señor, y el dinero del rescate de cada persona, según está estipulado, y el dinero que cada uno trae voluntariamente al templo del Señor,
lo deben recibir los sacerdotes, cada uno de mano de sus familiares, para reparar los portillos del templo y todas las grietas que se hallen.»
Y los sacerdotes aceptaron no tomar más el dinero del pueblo, ni tener el cargo de reparar las grietas del templo.
Entonces el sumo sacerdote Joyadá tomó un cofre, le hizo un agujero en la tapa, y lo puso junto al altar, a la derecha de la entrada al templo del Señor, y los sacerdotes que custodiaban la puerta ponÃan allà todo el dinero que se traÃa al templo.
Cuando veÃan que ya habÃa mucho dinero en el cofre, venÃan el secretario del rey y el sumo sacerdote, contaban el dinero que hallaban en el templo del Señor, y lo guardaban.
A los que hacÃan la obra les daban el dinero suficiente, y a los que tenÃan a su cargo la reparación del templo del Señor les daban para pagar a los carpinteros y maestros,
albañiles y canteros, y para comprar la madera y la piedra de canterÃa para reparar las grietas del templo del Señor, y para todo lo que se gastaba para reparar el templo.
Del dinero que se traÃa al templo del Señor no se hacÃan tazas de plata, ni despabiladeras, ni jofainas, ni trompetas, ni se hacÃa para el templo del Señor ningún otro utensilio de oro o de plata,
porque lo daban a los que trabajaban en las obras de reparación del templo del Señor.
No se les pedÃan cuentas a los que recibÃan dinero para entregarlo a los que hacÃan la obra, porque todo lo hacÃan con gran honradez.
Sólo el dinero por el pecado, y el dinero por la culpa, no se llevaba al templo del Señor, porque era de los sacerdotes.
Lo hirieron sus oficiales Josacar hijo de Simeat y Jozabad hijo de Somer, y asà murió. Lo sepultaron con sus antepasados en la ciudad de David, y en su lugar reinó su hijo AmasÃas.