Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
ElÃas, un tisbita que vivÃa en Galaad, fue a decirle a Ajab:«Vive el Señor, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que en los años que vienen no va a llover, y ni siquiera va a caer rocÃo, a menos que yo lo diga.»
Además, la palabra del Señor vino a ElÃas y le dijo:
«Sal de este lugar y vete al oriente; escóndete allÃ, cerca del arroyo de Querit, frente al rÃo Jordán.
Saciarás tu sed en el arroyo, y ya he mandado a los cuervos que te lleven de comer.»
ElÃas fue obediente a la palabra del Señor, y se fue a vivir cerca del arroyo de Querit, frente al rÃo Jordán.
ElÃas abandonó ese lugar y partió a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, vio a una mujer que recogÃa leña. Era viuda. ElÃas la llamó y le dijo:«Te ruego que me des a beber un vaso de agua.»
El Señor, el Dios de Israel, me ha dicho: “No va a faltar harina en la tinaja, ni va a disminuir el aceite de la vasija, hasta el dÃa en que el Señor haga llover sobre la tierra.â€Â»
La viuda hizo lo que ElÃas le dijo, y los tres comieron durante muchos dÃas.
Y tal y como el Señor se lo prometió a ElÃas, no faltó harina en la tinaja ni bajó de nivel el aceite en la vasija.
Pero, un dÃa, el hijo de la viuda cayó gravemente enfermo y se murió.
luego, clamó al Señor y le dijo:«Señor, mi Dios, ¿acaso a la viuda que me hospedó en su casa, y que me dio de comer, vas a afligirla dejando morir a su hijo?»
Dicho esto, se tendió sobre el niño tres veces, mientras clamaba al Señor con estas palabras:«Señor y Dios mÃo, te ruego que le devuelvas la vida a este niño.»
El Señor oyó su petición, y el alma del niño volvió a su cuerpo, y el niño recobró la vida.
Entonces el profeta tomó al niño y lo llevó con su madre, y le dijo:«Mira, ¡tu hijo está vivo!»
Entonces la mujer le dijo:«Hoy he comprobado que tú eres un varón de Dios, y que en tus labios la palabra del Señor se hace verdad.»