Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Sacaron el arca de Dios de la casa de Abinadab, que estaba sobre una colina, y la pusieron sobre un carro nuevo al que iban guiando Uzá y Ajió, los hijos de Abinadab.
Cuando sacaron de la casa de Abinadab el arca de Dios, Ajió iba delante del carro,
mientras que David y todo el pueblo danzaban alegremente delante del Señor, al son de instrumentos musicales de madera de haya, y de arpas, salterios, panderos, flautas y cÃmbalos.
Al llegar a la era de Nacón, los bueyes tropezaron y Uzá estiró la mano para sujetar el arca.
Cuando David se enteró de que por causa del arca el Señor habÃa bendecido a Obed Edom y a toda su familia, lleno de alegrÃa llevó el arca a la ciudad de David.
Apenas habÃan dado seis pasos los que llevaban el arca cuando David ofreció en sacrificio un buey y un carnero engordado.
Ataviado con un efod de lino, David danzaba con todas sus fuerzas delante del Señor.
Lo mismo hacÃa todo el pueblo de Israel que acompañaba el arca del Señor. Todo era júbilo y sonido de trompetas.
El arca del Señor fue llevada a una tienda de campaña que David habÃa ordenado levantar, y David ofreció al Señor sacrificios y ofrendas de reconciliación.