Mientras tanto, Jonatán y Ajimaz estaban escondidos cerca de la fuente de Roguel, y como no podÃan mostrarse entrando en la ciudad; una criada fue y les avisó lo que pasaba; entonces ellos salieron para poner sobre aviso al rey David.
Pero al salir ellos, un criado los vio y fue a decÃrselo a Absalón, asà que ellos se dieron prisa y llegaron a la casa de un hombre en BajurÃn, la cual tenÃa un pozo en el patio, y allà se escondieron.
La esposa de ese hombre sacó una manta, la extendió sobre la boca del pozo, y sin que nadie lo supiera colocó encima el trigo que habÃan trillado.
En cuanto aquellos hombres se fueron, Ajimaz y Jonatán salieron del pozo y corrieron a decirle al rey David:«¡Vamos, dense prisa para cruzar el Jordán! ¡Ajitofel ha dado a Absalón un consejo contra ustedes!»
Entonces David y todos sus hombres fieles se apresuraron a cruzar el Jordán antes de que amaneciera, y no hubo uno solo que no cruzara el rÃo.
Cuando David llegó a Majanayin, lo recibieron Sobi hijo de Najás, que era de Rabá de Amón; Maquir hijo de Amiel, de Lodebar; y Barzilay, el galaadita de RoguelÃn.
Éstos llevaron, para David y sus hombres, camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, garbanzos tostados,
miel, manteca, ovejas, y quesos de vaca, para que comieran, pues sabÃan que estaban cansados, hambrientos y sedientos por haber cruzado el desierto.