Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Al tercer dÃa, llegó un soldado que venÃa del campamento de Saúl. Iba con los vestidos desgarrados y la cabeza llena de tierra. Al ver a David, se arrodilló hasta el suelo e hizo una reverencia.
Y David le dijo:«¿Y cómo es que no tuviste miedo de usar tu fuerza para matar al ungido del Señor?»
Dicho esto, le ordenó a uno de sus soldados:«Ven y mátalo.»Y el soldado fue y lo mató,
mientras David decÃa:«Tú eres el culpable de tu propia muerte, pues confesaste haber matado al ungido del Señor.»
Y David entonó este lamento en memoria de Saúl y Jonatán,
y ordenó que lo aprendieran los descendientes de Judá. Este lamento se halla escrito en el libro de Jaser.
¡Cómo han perecido los valientes!¡Tu gloria, Israel, ha perecido en las montañas!
¡Que no lo sepan en Gat,ni lo anuncien en las plazas de Ascalón!¡Que no se alegren las filisteas,ni salten de gozo las hijas de incircuncisos!
¡Que no caiga sobre ustedes, montes de Gilboa,ni rocÃo ni lluvias que fertilicen tus campos!Porque allà cayó el valiente Saúl con su escudo,como si no hubiera sido ungido como rey.
Nunca Jonatán retrocedió con su arco,ni Saúl con su espada rehuyó el ataque.
¡Querido Saúl! ¡Amado Jonatán!¡Inseparables en su vida; unidos en su muerte!¡Eran más ligeros que las águilasy más fuertes que los leones!
¡Lloren por Saúl, mujeres de Israel!¡Él las cubrÃa con finos vestidos de escarlata,y las adornaba con joyas de oro!
¡Cómo han perecido los valientes en batalla!¡Murió Jonatán en las altas montañas!
¡Cuánto me angustia tu muerte, mi hermano Jonatán!¡Dulce y maravillosa fue para mà tu amistad!¡Tu amor superó al amor de las mujeres!
¡Cómo han perecido los valientes!¡Han quedado destrozadas las armas de guerra!