Entonces Judá le dijo a Onán:«Únete a la mujer de tu hermano, y cumple con tu deber de cuñado. Levanta descendencia para tu hermano.»
Como Onán sabÃa que la descendencia no serÃa considerada suya, para no darle descendencia a su hermano, cada vez que se allegaba a la mujer de su hermano derramaba el semen en el suelo.
Les preguntó entonces a los hombres de aquel lugar:«¿Dónde está la ramera de Enayin, la que estaba junto al camino?»Y ellos le dijeron:«Aquà no ha estado ninguna ramera.»