Sucedió que hubo hambre en la tierra, además de la que hubo en los dÃas de Abrahán. Asà que Isaac se fue a vivir en Gerar, con Abimelec, rey de los filisteos.
Pero ellos respondieron:«Nos hemos dado cuenta de que el Señor está contigo. Por eso dijimos: “Que haya ahora un juramento entre nosotros, entre tú y nosotros.†Queremos hacer un pacto contigo,
de que no nos hagas ningún daño, asà como nosotros no te hemos tocado. Nosotros sólo te hemos tratado bien, y te dejamos ir en paz, y ahora tú eres bendecido por el Señor.»
Entonces Isaac les ofreció un banquete, y ellos comieron y bebieron.
Al dÃa siguiente se levantaron de madrugada, y el uno al otro se hicieron juramentos. Luego Isaac los despidió, y ellos se marcharon en paz.
Ese mismo dÃa los criados de Isaac fueron a darle buenas noticias acerca del pozo que habÃan abierto, y le dijeron: «Hemos hallado agua.»
Isaac lo llamó «Sebá»; de allà que el nombre de aquella ciudad sea Berseba, hasta este dÃa.
Esaú tenÃa cuarenta años cuando tomó por mujeres a Judit, la hija de Berà el hitita, y a Basemat, la hija de Elón el hitita,
las cuales fueron motivo de amargura para Isaac y Rebeca.