Al dÃa siguiente, Abrahán se levantó, le puso la albarda a su asno, y se llevó consigo a dos de sus siervos y a su hijo Isaac. Cortó leña para el holocausto, y se dispuso a ir al lugar que Dios le dijo.
Entonces Abrahán dijo a sus siervos:«Esperen aquÃ, con el asno, y el niño y yo iremos hasta ese lugar; allà adoraremos, y luego volveremos aquà mismo.»
Y tomó Abrahán la leña del holocausto, y la echó sobre Isaac, su hijo; luego, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y juntos siguieron caminando.
Y Abrahán respondió:«Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mÃo.»Y juntos siguieron caminando.
Cuando llegaron al lugar que Dios le habÃa dicho, Abrahán edificó allà un altar, luego acomodó la leña, y atando a Isaac su hijo lo puso en el altar, sobre la leña.
Entonces extendió Abrahán su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
Abrahán levantó entonces los ojos, y vio que a sus espaldas habÃa un carnero, trabado por los cuernos en un zarzal. Y Abrahán fue y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
A ese lugar Abrahán le puso por nombre «El Señor proveerá.» Por eso es que aún hoy se dice: «En un monte el Señor proveerá.»
Por segunda vez, el ángel del Señor llamó a Abrahán desde el cielo
y le dijo:«Yo, el Señor, he jurado por mà mismo que, por esto que has hecho, de no negarme a tu único hijo,